La mallorquina es una clase de celosía compuesta de lamas encerradas en un marco. Estas lamas pueden ser fijas u orientables, de modo que se puede variar su inclinación. A su vez, las lamas orientables pueden disponer de un sistema motorizado para moverse o ser manuales.
Al igual que ocurre con otro tipo de persianas, las venecianas, las mallorquinas toman ese nombre siendo un elemento tradicional de la arquitectura Balear. La mallorquina tradicional se compone de lamas de madera fijadas a un marco, habitualmente de color verde.
Aplicaciones de las mallorquinas
- Aislamiento: Estos elementos ayudan a reducir el ruido exterior, teniendo un efecto de amortiguación acústica. Asimismo, dependiendo de la estanquidad de la mallorquina también pueden ser aislantes térmicos.
- Seguridad: Aportan una protección de seguridad extra, cumpliendo la misma función que un enrejado con una estética mucho más elegante.
- Protección solar: Una de las aplicaciones principales es la de proteger a las ventanas del sol directo, dejando penetrar la luz.
- Control de la luminosidad: Derivado del anterior, según la orientación de las lamas podemos controlar el nivel de luminosidad de una estancia.
- Privacidad: Otro de los aspectos fundamentales es el efecto que tienen estas celosías para ocultar al público el interior de nuestra casa, sin prescindir a la preciada iluminación natural.
Tipos de mallorquinas
- Fijas: Estas persianas permanecerían inmóviles ante la ventana.
- Practicables: Estas mallorquinas podrían abrirse como una contraventana exterior, siendo las más parecidas a las originales.
- Correderas: Este tipo puede deslizarse sobre un carril y da la posibilidad de recibir completamente la radiación o evitarla con la celosía.
- Plegables: Estas persianas mallorquinas tienen la posibilidad de plegarse a un lado, como si se tratasen de un libro.
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