Mantenimiento del Acero Inoxidable

El acero inoxidable está formado por hierro y cromo lo cual protege de ciertas agresiones externas y evita así el deterioro del material.

Por su excelente resistencia y belleza, el acero inoxidable es un material de fácil conservación, aunque a veces tenemos la errónea idea de que no requiere mantenimiento. Pero, ¿Es difícil mantener limpio este material? La respuesta es sí.

El acero inoxidable es el único metal que puede auto regenerarse. Posee una fina capa de óxidos adherentes formada principalmente por óxidos de cromo, hierro y níquel que, cuando está limpia y adecuadamente formada, es bastante inerte. Los siguientes tratamientos reparan los defectos en la superficie y eliminan las sustancias que puedan dañar la película superficial.

Mantenimiento del Acero Inoxidable 

Se Limpia con una esponja húmeda, jabonosa o alcohol isopropílico. En acabado espejo, usar limpia cristales. 

Para reducir las nuevas las manchas, aplicar pulidores domésticos a base de ceras sobre la superficie limpia y seca. Otra forma eficaz para limpiar el acero inoxidable es utilizar un poco de vinagre. 

En el caso de tener polvo y suciedad, lavar con agua a presión o vapor y usar detergente. 

Recuerde que el secreto de su limpieza y mantenimiento está en el uso de procedimientos y productos adecuados.

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¿Qué es la Rotura de Puente Térmico?

La rotura de puente térmico (RPT) es la zona donde se transmite más fácilmente el calor. Esto ocurre en las ventanas de vidrio aislante con marco de aluminio. El doble cristal es un aislante muy bueno, pero el aluminio es un metal conductor. “En Invierno sale pequeñas gotas por la condensación y en verano transmite el calor al interior del hogar”.

Para evitar esta transmisión de calor, se usa la rotura de puente térmico. Consiste en evitar que la cara interior y exterior tengan contacto entre sí, intercalando un mal conductor, con lo que se reducen mucho la pérdidas. Para las ventanas de aluminio suele utilizarse un perfil separador de plástico embutido en el propio perfil de aluminio que conforma la ventana.

El sistema de ‘rotura’ más utilizado para los cerramientos de aluminio son las varillas de poliamida 6.6 reforzadas con un 25% de fibra de vidrio. Éste es uno de los pocos productos termoplásticos autorizados por la normativa europea UNE-EN 14024.

Las ventajas del uso de la rotura de puente térmico son:
El ahorro de energía.
Mejora el aislamiento reduciendo la perdida de calor y aumenta el rendimiento térmico.
La limitación de la condensación. La rotura de puente térmico consigue elevar la temperatura superficial del perfil interior, en consecuencia se restringe la aparición del rocío.
Permite que el acabado interior y exterior de las ventanas pueda ser diferente, permitiendo así mantener la estética exterior del edificio y dar a su vivienda un estilo propio y diferenciado.
Reunión de vibraciones entre el marco interior y exterior.
Cumple con las exigencias tanto del Protocolo de Kyoto como del nuevo Código Técnico de la Edificación, implantado recientemente en España.

Y si al perfil de aluminio con rotura de puente térmico le añadimos un doble cristal bajo emisivo obtendremos unos altos porcentajes de aislamiento, que acabaran traduciéndose en un ahorro constante en nuestra factura de consumo energético y, por consiguiente, una menor emisión de CO2 a la atmósfera.

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Tipos de Mamparas para cuarto de baño

Fijos de cristal

Las mamparas fijas de cristal son una solución muy usada actualmente en baños. Cubren una parte del plato de ducha, dejando espacio por detrás para entrar y salir de la misma. Como ventaja principal, hay que destacar que son más económicas que otras mamparas. Además, estéticamente funcionan muy bien, pues ocupan menos espacio. Hay que decir que este tipo de mamparas se adapta sin problema a cualquier estilo de baño, desde los más minimalistas hasta los más clásicos.

Mamparas abatibles

Después de los fijos de cristal, las mamparas abatibles son otra de las opciones más recurrentes. Estas mamparas cubren toda la superficie del plato de ducha, pero cuentan con una puerta abatible de acceso. Son más estancas, por lo que el agua no pasará en absoluto. Además, al igual que las anteriores, se adaptan a cualquier espacio, pudiendo hacerlas de diferentes medidas.

Mamparas correderas

Aunque las mamparas abatibles pueden adaptarse a muchos espacios, no siempre son la solución. Así, las mamparas correderas son una excelente elección para aquellas personas que, por cuestiones de espacio, no puedan usar mamparas abatibles en el baño. Son elegantes y funcionales. Son ligeras y funcionan muy bien en espacios reducidos. Además, la puerta se puede personalizar para poder ajustarla a cualquier estilo decorativo.

Mamparas de doble entrada

Este tipo de mamparas se usan en baños amplios, con platos de duchas grandes, normalmente dobles. Son muy cómodas, pues tenemos dos aperturas laterales que nos permiten entrar y salir sin problema. Además, aportan a los baños una más que evidente sensación de amplitud. Estéticamente son perfectas para crear baños personalizados llenos de estilo. En cuanto a los materiales, aunque puedes usar el cristal, en este caso, si buscamos un poco más de diseño también existen otros materiales.

Mamparas de aluminio y cristal

Más que mamparas se trata de fijos. Paredes de cristal que cubren toda la superficie. La perfilería de aluminio y el cristal le dan un toque industrial a esta solución. Un aspecto muy interesante que además encaja a la perfección con las casas más modernas, aquellas inspiradas en un estilo diáfano o loft o las que se dejan llevar por la tendencia industrial. Estas mamparas, o cerramientos, deben hacerse a medida.

Mamparas para bañera

Aunque los platos de ducha se adaptan mejor a las mamparas, si cuentas con una bañera y no quieres cambiarla, debes saber que también hay modelos para ellas.

Es cierto que las duchas y las mamparas de ducha son más cómodas, pero una mampara de bañera también puede ser la solución definitiva a las salpicaduras de agua.

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Cómo limpiar la mampara de la ducha

Cada día la mampara de la ducha se ve expuesta a residuos de jabón, polvo y humedad que pueden dejar su humedad de poco agradables maneras, de igual forma que sucede con las cortinas de baño. Pero limpiar la mampara de la ducha es sumamente fácil. Veamos:

Necesitarás:

• Vinagre blanco
• Agua
• Esponja
• Paños
• Aceite de limón
• Cubeta

Procedimiento:

1. Debes preparar una solución hecha a base de vinagre y agua en partes iguales. El vinagre es un aliado para la limpieza del hogar.
2. Humedece un paño o la esponja sobre la solución de vinagre y pasa la esponja sobre las superficies de la mampara de la ducha para eliminar cualquier residuo de jabón o de moho. 
3. Refriega bien hasta eliminar manchas.
4. Enjuaga la mampara de la ducha con agua limpia.
5. Pasa un paño suave y seco sobre la superficie hasta eliminar los residuos de la solución de vinagre o de agua.
6. Si deseas que las superficies de la mampara de la ducha brillen te recomendamos como truco casero poner un poco de aceite de limón.

Cómo mantener la mampara limpia

• Mantén limpia las mamparas durante la semana. Eso ayudará a que los residuos de jabón no se instalen en las puertas de la ducha.
• Debes controlar la aparición de moho en las paredes del baño y la mampara. Si lo encuentras, lo mejor es que pongas un poco de solución de vinagre y la dejes actuar por unas horas.
• Lo ideal es que cuando compres líquidos de limpieza te asegures sean óptimos para el vidrio, ya que algunos en vez de limpiar opacan la superficie de la mampara de la ducha

Algunos recomiendan el uso de jabón líquido para bañarse porque el de barra genera más espuma y deja más residuos en la mampara. Sin embargo, creemos que nos vas a privarte de un buen baño solo por mantener limpia la mampara; será cuestión de cuidado y listo. 

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